martes, 9 de diciembre de 2014

La boda de Mabel y Chema en Los Claustros de Ayllón

Recordamos perfectamente el día que conocimos a Mabel y a su madre. Un día de junio frió y nuboso, parecía más otoño que verano. Visitamos la finca y no dejamos de hablar durante horas, fue una conexión inmediata. Nos reímos mucho y fue una día de trabajo de los que agradeces conocer gente tan cariñosa y cercana.
    

Mabel nos cuenta los detalles de su boda:

"Desde el primer momento tuve muy claro que quería hacerme mi vestido con Jorge Vázquez. Desde el primer momento adaptó todos sus diseños a mis ideal, al marco dónde me casaba... Todo tenía que ir acorde y en consonancia, pero sin perder mi personalidad. Yo tenía claro que mi vestido tenía que tener mucho volumen y cola, todo lo que se pudiera permitir. Y tenía que ser ligero para poder bailar cómodamente y moverme toda la noche. (Me encanta bailar y no iba a estar sentada en mi boda).
Parecían dos requisitos incompatibles, pero no lo fueron. Jorge diseño una sobrefalda que encajaba a la perfección y que visualmente parecía que era un único vestido. pero una vez que comenzó el baile pude quitarme la falda de volumen y quedarme con un elegantísimo vestido de noche, mucho más cómodo y que estilizaba mi figura.


Todos lo demás complementos giraron en torno al vestido. Tuve la suerte de que el peluquero,Jose Mora Estudio (913781788), al ser amigo se quedó en la boda, y cuando hice el cambio de vestido, me cambió también el peinado. Primero llevé un recogido que luego pasó a ser semirecogido, con lo que apenas tuve que ausentarme de la fiesta.
Mi ramo lo realizó Bourgignon, la misma floristería que eligió mi madre para el día de su boda. El tocado me lo regaló una amiga, es de Pepa Ramírez.

                        

                        

En cuanto al resto que voy a de decir... Cuando Chema y yo planeteamos elegir una finca para casarnos pateamos todo Madrid y alrededores. Estaba ya cansada de visitar fincas. He de reconocer que cuando iba camino de Los Claustros estaba a punto de tirar la toalla y darme un respiro hasta después del verano. Llegué a pensar que lo que quería no existía... Pero entre en Los Claustros, me quedé maravillada. La finca hablaba por si sola, era preciosa. Yo buscaba un pradito con grandes y frondosos árboles y me encontré con eso y mucho más. Buscaba una Iglesia pequeña y con historia, y encontré la Iglesia maravillosa del pueblo. Buscaba un buen catering en el que la gente comiera bien, y encontré con que la gente no sólo comió muy bien, sino que disfrutó y saboreó todos los platos de Vatelia Catering. Bastaba pararse a escuchar el ruido de las cucharillas contra el cristal en el postre para saber que estaba pasando. 



                        



Queríamos una boda sencilla junto a nuestro entorno más cercano. Queríamos que la gente disfrutase y se lo pasasara muy bien, compartiendo ese día tan especial para nosotros. Cuando me imaginaba mi boda, me la imaginaba en una amplia pradera verde, con frondosos árboles, música de fondo y muchas velas. Me encanta el jazz, y pensé que una banda de jazz de los años 20 podía crear un ambiente único, alegre y divertido. Música Prima (info@musicaprima.com) se encargó de ello.





Nos encantó la sorpresa organizada por nuestros amigos (compichados con el equipo de Los Claustros). Un vídeo que recorría nuestra vida desde que eramos pequeños.
Gracias a todo el equipo de Los Claustros, porque organizar una boda me parecía complicado,pero con vosotros fue muy sencillo"

                              

Las fotos las realizó Mira Fotografía


  




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